Te tenía en mi limbo personal, en mi baúl de objetos olvidados, tu que tantos pensamientos me has hecho esgrimir y tantos recuerdos me has entregado, que decirte, que comentarte que no sepas, encontraste la grandeza sin buscarla y simplemente por ser como eres, una persona normal, comprometida, gran, grandísimo escritor y mejor persona, eso ante todo y sobre todo es lo que te ha llevado a donde estas. Nos has desgranado tus pensamientos en cada palabra que posabas en tus libros y eso es de admirar, no todos pueden, no todos saben, tu sí y lo haces con una facilidad tan brutal que haces creer al resto que es fácil, que se puede conseguir, creándonos un caos a los que te hemos intentado imitarte, dándonos cuenta, algunos, muy pocos, que a un genio no se le imita, se le admira, se le conoce y sobre todo se le reconoce su merito, su arte y su genialidad.
Me has regalado momentos de intensa felicidad interior, me has inculcado a golpe de palabras la idea de libertad, individual y colectiva, de vivir y no estorbar ni sobrar, me acompañaste en una edad difícil, en la que me dedicaba a buscar, buscar y buscar, y que gran descubrimiento fue encontrarte, sentarme, leer tus libros y reposar tus pensamientos, tus reflexiones y luego conjugarlas con las mías, pobres, vacuas mucho mas pueriles, pero al fin y al cabo mías.
¿Llegar a ser como tú? Un sueño imposible, inalcanzable, al menos como escrito, como persona lo seguiré intentando.
Saldo con estas pobres letras la deuda que tenia ante ti con el olvido, que así sea
Gracias